Volvió el blog, quizá no esté más luego... pero volverán las redacciones. Mal que mal, comienzo así:
Lo único que voy a decir: todo esto me molesta, me duele. Palabra dura, que no quería usar, pero es ciertamente lo peor y como digo: cierto.
Estoy bien, no pregunten, no contesten, no predigan, no se comuniquen, tranquilos. Estoy simplemente... pensando, hablando. Pero sin paciencia.
"Simplemente, las únicas molestias que pesan por encima de los pensamientos, son la validez de un punto de vista. Ese momento en el que el alma dice: 'No hay que seguir es inútil.' y simplemente, ignorarlo.
Sentir, ese espacio cerrado... que obviamente: 'se cierra'. para recordar únicamente que en realidad es cierto.
A veces limitarse a seguir es limitar, no extra limitarse. Se pierde más perseverando e insistiendo que dejando de lado y comenzar de nuevo. Eso me hubiera venido bien desde un principio, o ser otro, o no ser, o simplemente haber sido... 'cancelado' a estas tierras.
Muchos 'positivistas' dirían que simplemente todo es una oportunidad. Alguna vez lo dije, pero simplemente creo más que debería confiar mucho más aun en mi sentido común y tomar las decisiones con suma convicción.
También, dirían que si algo se antepone... es una prueba para ser más 'fuerte' (un pensar muy estúpido y un término totalmente idiota. Por demás, nada absoluto) pero simplemente en realidad: es algo para evitar. No sirve la fortaleza, no sirve la fuerza, no sirve nada, si no sabes escapar de la muerte.
Admito, adhiero y me hago responsable, que cuando mi pensar me dijo: 'No te des el espacio para ser más, ni ser menos, sé e invita tu persona a ser sí mismo, lo ignoré.' no quise ser yo, no quise ser a quien admitan, no quise ser nadie, fui. Quizá no fue lo mejor, quizá era lo correcto. Pero estaba seguro de algo... no estaba dejando a nadie atrás. Trataba de tomar la mano de todos.
Pero aun así, luego de todos los impactos, la vida siguiendo corriendo el riesgo de tirar abajo todas las nubes... y dejarlas caer encima.
Nunca había pedido explicaciones, simplemente elegí estar tranquilo, simplemente callé y pedí la paz. Pero no se resolvió así. Elegí, siempre, reducir el potencial, y no quebrar ninguna pared. Estar atado de manos.
No quería dar un rumbo a las cosas, no me interesaba. No quería, sabía que no era bueno, porque no debía tomar las cosas como pensaba que podrían ser: 'teniendo razón, rebasarlas todas, y solventarlo todo.'
No, yo no quería eso. No me permitía alterar, no me permitía maniobrar la vida, no quería subordinar a nadie, ni ceder condena que quizá era más saludable sobre mí.
Pero aun así, cuando me doy cuenta... generalmente y desde luego; siempre, no intento cambiar nada. Quizá es mi peor derecho. Equivocarme tanto. Quizá, porque todo está dado para que me equivoque... para que no le dé importancia. Y netamente, gracias a la estupidez de los demás.
Me debo un espacio: un espacio cerrado, bajo tierra, sin nadie, sin todo, con paz. Me debo el gusto que nunca me di, me debo estar callado tranquilo solo y paciente.
No permitiré el recuerdo, no permitiré elevar mi nombre. Nunca lo quise, por eso así están las aguas: tranquilas y sin matar a nadie.
No hay nada que decir, nadie que lo oculté. Las cosas se deshacen, la vida corre de lado a lado, nos toma los cuernos y nos arroja a un lago, como lo hicieron con las historia, y con todos los vivos, que no respiran como seres."
Disfruten una copa conmigo.
