y la animalada de pensar la vida durante su duración
nos llevan locos e infelices
nos traen miseria y tragos caros
que no nos sacian ni la menuda gana de reír
mientras escupimos al cantinero por cabrón.
La porquería que arroja y hiere como puntadas
nos deja fuera de alcance de las armas
como para desatarnos con un poco de pólvora
y un suspiro de milagro abarrotado.
Cuando jodida es la ira,
que nos lleva a la miseria
de la mano y sin vergüenza alguna...
pues, que se jodan los que no me acompañan
yo se que alguna vez,
les tendí la mano para que no se caigan.
Quiero demoler las paredes,
quebrar la presa de una embestida
y tirar el mundo debajo de un soplido.
quebrar la presa de una embestida
y tirar el mundo debajo de un soplido.
No quiero volver,
quiero llegar y no despertar jamás
quiero retornar al sueño
que nunca debía despertar
y solo en llamas debía descansar.
quiero llegar y no despertar jamás
quiero retornar al sueño
que nunca debía despertar
y solo en llamas debía descansar.
Y mientras la gota gorda
me fruncía el ceño
dejándome aislado del mundo
con la mejor cara de odontólogo
pero…
yo me sentía único y feliz.
me fruncía el ceño
dejándome aislado del mundo
con la mejor cara de odontólogo
pero…
yo me sentía único y feliz.
Cuan perdido estoy ahora,
no lo sé.
Ya no hay lugar,
ya no hay paciencia,
ya no hay infinito…
donde quepa tal inconsciencia.
¿Qué tendrá el que decir?
no lo sé.
Ya no hay lugar,
ya no hay paciencia,
ya no hay infinito…
donde quepa tal inconsciencia.
¿Qué tendrá el que decir?
Pues, que podrido.
Fue injusto dinamitarme los pies,
y no pensar en quienes ya una vez
se habían cortado las unías.
Que descaro de mí,
cerrar la puerta cuando hacia tanto calor.
y no pensar en quienes ya una vez
se habían cortado las unías.
Que descaro de mí,
cerrar la puerta cuando hacia tanto calor.
Se va la última pitada de un cigarro
y vuelvo a masticar madera piedras y clavos
con tal de escaparme del cuerpo.
¿Cuánto tiempo se encerrara más el alma?
A mí solo me basta con vivir el momento
y vuelvo a masticar madera piedras y clavos
con tal de escaparme del cuerpo.
¿Cuánto tiempo se encerrara más el alma?
A mí solo me basta con vivir el momento
quédate con la respuesta.
Hable por horas con el cielo
y solo me di cuenta de algo:
¡No me falta poco para llegar!
Pronto nos veremos,
anhelado y celestial andar.
El tiempo insiste y no veo la hora de llegar.
y solo me di cuenta de algo:
¡No me falta poco para llegar!
Pronto nos veremos,
anhelado y celestial andar.
El tiempo insiste y no veo la hora de llegar.
Mi alma, mas acorralada no ha de estar.
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