Debo decirte que...

Estoy cansado de todo, de la Luna, los ocasos, las flores, las hojas secas de primavera, de los ladridos enamorados de los perros, de los gatos en celo y de las ranas croando para tener sexo un día húmedo.
Estoy colmado de hartazgo por el agua, por la tierra, por el fuego de la cocina, las cuevas y las estufas, y también gracias a los niños que lloran, las mujeres que gritan, los arboles que se marchitan, los políticos que mienten y los policías que siguen durmiendo.
¿Pero sabes de que jamas me cansaría? De abrazarte, verte, besarte, amarte, soñarte. Nunca, y no quiero discutirlo.

Arrojaste palabras al aire
como dagas y hachas.
Con certeza, y sin pensarlo.

Siguen aquí conmigo…
clavadas como estacas.
Y todavía, sigo agonizando.

Golpes certeros…
que evadir jamás pude.
Terribles heridas que aun tengo.

Un final que presiento.
Algo que veo llegar…
Y el tiempo no me hará esperar.

Veo el cielo caer.

No puedo escapar ni esconderme.
Un futuro que no puedo cambiar.

La luna tomo otro rumbo.
El eclipse veo llegar.
La luna me da la espalda.