Rostros cristalizados.

Ideas que vibran y montañas que chocan.

Efímeras son las miradas preferidas por los reos
oscilantes las historias cantadas a través de los muros
despiadados, los rincones oscuros.

Ideas que vibran y sombras qué se disipan.

Poco a poco, cae y se encierra
la luz en una gota de cristal.
Poco a poco, se adormecen, se desvanecen.

Erróneo fue el caso,
de los matones aislados. 

Ideas que vibran, y cuerpos que se desvían. 

Nos hamacamos en una misma ola
esperando la ácida sensación de placer
que siente la marea a la hora de inmolarse contra las rocas.

Esperamos,
de la vida un halago el empalago y los palacios
que solo muriendo nos han de llegar.

Y dime, ¿Hemos nacido ya?

Si yo jamas he visto a nadie
volver a llegar. 

Sé qué estoy lejos, pero no tengo prisa en llegar.

Ahora, solo puedo viajar para anclar mi alma
a otro puerto más. Donde me tomen
y me devuelvan otra vez al mar. 

Y si me voy, ¿Vienes?